Literatura
Programación
2020

Seminario en línea
La voz de Olga Orozco

Por Jorge Monteleone
Viernes 17, 24, 31 de julio, 7, 14 y 21 de agosto de 18:30 a 20:00

A cien años del nacimiento de Olga Orozco, Malba Literatura presenta este curso a cargo de Jorge Monteleone.

“Yo, Olga Orozco, desde tu corazón digo a todos que muero”: como en aquel verso fundacional, la poeta argentina Olga Orozco (Toay, La Pampa, 1920- 1999) multiplicó su nombre en diversas autofabulaciones subjetivas, desde las proyecciones del yo en el imaginario poético hasta su figura de autora, en una serie que podría nombrar otro de sus versos: “desdoblamiento en máscara de todos”, o una de sus frases: “Yo somos tú”. Este curso propone abordar esas representaciones del Yo en torno de lo que llamamos "la voz  de Olga".

En sus libros de poesía esa voz muta: va desde  la voz ritual, partícipe de la divinidad, hasta la crítica del verbo sagrado, que no solo reconoce su condición mortal sino también realiza un cuestionamiento del Dios patriarcal y una alianza con las voces de otras mujeres. Pero la "voz de Olga" es una voz cambiante y diversa que no se agota en su poesía: podemos hallar esa "voz" también en su libros en prosa (La oscuridad es otro sol y También la luz es un abismo); en todos los personajes apócrifos que inventó para sus textos periodísticos de la revista Claudia; en los autorretratos de sus escritos autobiográficos y de sus entrevistas y, finalmente, en los testimonios personales de aquellos que la conocieron y nunca olvidaron la voz “ronca y llorada” de Olga. Esa voz que dice “yo somos tú, él son vosotros, ellos sois nosotros” es transitiva, simultánea, plural, tanto que, aquí y ahora, eco de un eco, la escuchamos porque nos habla todavía.  

Modalidad virtual vía zoom, con opción de acceso a cada clase en video para quienes no puedan presenciarla en vivo.

Costo por módulo: $2100. Descuentos especiales para Malba Amigos. Jubilados, estudiantes y docentes: 15% de descuento. Descuentos no combinables. Finalizó la recepción de postulaciones a becas, se notificará a los ganadores vía mail el 10 de julio.

Inscripción

La voz ronca y llorada

Hacia la década del cincuenta varios poetas amigos frecuentaban la casa de Girondo. Cierta madrugada, al salir de allí, algunos de ellos, entre los que estaban Olga y Francisco Madariaga, fueron encarcelados porque al poeta correntino se le ocurrió pegar un largo grito, un alto sapucay muy lejos de los esteros de su tierra natal, es decir, en plena avenida Libertador de la Capital Federal.

Girondo los liberó con un abogado. En sus memorias, Sólo contra Dios no hay veneno, Madariaga recordaría una escena de esa noche: “Olga Orozco cantaba, en voz muy alta, tangos que las prostitutas de calabozos vecinos celebraban con aplausos y gritos”. Juan Gelman, que la admiraba, habló de esa voz con un verso de ella: “la voz ronca y llorada”. Hubiera querido ser cantante, como lo era en privado muchas veces. Al fastidiarla con la pregunta “¿qué clase de poesía escribe, clásica o romántica?”, espetaba: “yo escribo tangos con categoría”.

—Extraído de Olga Orozco, con voz ronca y rituales secretos

Jorge Monteleone

Es escritor, crítico y periodista cultural. Es investigador del CONICET y docente en la Maestría de Escritura Creativa de la UNTREF. Dirigió el Boletín de Reseñas Bibliográficas, la revista de poesía Abyssinia junto con María Negroni y actualmente es secretario de redacción de la revista Zama en el Instituto de Literatura Hispanoamericana de la UBA. Dictó seminarios de posgrado en diversas universidades del país y de Alemania. Es autor de El relato de viaje, 200 años de poesía argentina, La Argentina como narración, El fantasma de un nombre (Poesía, imaginario, vida) El centro de la tierra (lectura e infancia). Dirigió Una literatura en aflicción, volumen 12 de la Historia Crítica de la Literatura Argentina, bajo la dirección general de Noé Jitrik. Editó y prologó, entre muchos otros volúmenes de poesía argentina, varios textos de Walter Benjamin y la narrativa completa de Felisberto Hernández.  Dirigió entre 2015 y 2018 el Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires.

Programa

Módulo I: Desdoblamiento en máscara de todos
Viernes 17, 24, 31 de julio de 18:30 a 20:00

La “voz de Olga”, desplegada en la serie de sus libros de poesía escritos a lo largo de medio siglo, se manifiesta en los poemas publicados entre 1946 y 1977 (Desde lejos a Cantos a Berenice) como una voz ritual, partícipe de la divinidad, y a la vez se desdobla, “para ser otra”, en diálogo o semejanza con otras figuras: los muertos, los talismanes, los animales. Esa "voz" poética, huella de una voz material que nadie olvida, se articula en un ritmo, “un canto”, y así describiremos las articulaciones rítmicas de los poemas como una “figura de dicción”, que vuelve sus textos singulares e inconfundibles. Surge asimismo otro ejercicio de duplicidad: en los personajes de su libro de prosa poética, bajo la forma de relatos, La oscuridad es otro sol (1967) y en la serie de textos periodísticos para la revista Claudia (entre los años 1964 y 1974) firmados bajo el nombre de ocho apócrifos. 

Clase 1. La voz de Olga: una figura de dicción. El canto y el ritual.

Clase 2. La oficiante y sus dobles: los muertos, la otra, el imaginario animal.

Clase 3. Mi otra yo misma: relatos, crónicas y apócrifos.    

Módulo II: Yo somos tú
Viernes 7, 14 y 21 de agosto de 18:30 a 20:00

La “voz de Olga” se extraña de sí en la poesía a través de la metamorfosis del doble, la precariedad de sus máscaras y los asedios al “otro lado”, de Mutaciones de la realidad (1979) a En el revés del cielo (1987), hasta alcanzar la crítica de su poética en los libros finales, en los cuales no sólo asume su condición precaria en el cuerpo material, sino realiza un cuestionamiento de la divinidad patriarcal y una alianza de esa voz con las voces plurales de otras mujeres (Con esta boca, en este mundo, de 1994, y el póstumo Últimos poemas).  En paralelo hay otros textos donde aparecen otras figuras de dicción para reconocer la “voz de Olga”: en otro libro de relatos (También la luz es un abismo, de 1995) y en el autorretrato, a través de algunos textos autobiográficos y de diversas entrevistas, crónicas y testimonios personales.   

Clase 4. Lugar y otredad: semejanza, mutación e incertidumbre.

Clase 5. Cuerpo material y crítica del verbo sagrado. El plural de las mujeres.

Clase 6. Se dice de mí: autorretrato y testimonio. 

 

Olga Orozco

Nació el 17 de marzo de 1920, en Toay, La Pampa. Entre Desde lejos (1946) y Últimos poemas (2009) publicó diez libros de poesía, luego reunidos en su Obra poética (2012). Revelan a una de las grandes poetas en lengua española del siglo XX, de voz inconfundible, cuyo legado perdura en varias generaciones de poetas. Escribió además relatos y crónicas periodísticas. Recibió en México el Premio de Literatura Latinoamericana Juan Rulfo. Su poesía, como una luz intensa, brilla mutable en los poemas de su amiga Alejandra Pizarnik y en varias generaciones de poetas, desde los integrantes de la revista Último Reino (como Horacio  Zabaljáuregui, Susana Villalba, Mónica Tracey y Víctor Redondo, entre otros) hasta aquellos donde resuena su voz, como María Negroni, Diana Bellessi, Dolores Etchecopar, Claudia Masin, Samuel Bossini, Daniel Gayoso, entre muchos más: su legado es incesante. Murió en Buenos Aires en 1999. 

Actividades Relacionadas

Maratón de lectura en redes

Olga Orozco: con esta boca, en este mundo

Desde Malba y la Casa Museo Olga Orozco, de la localidad de Toay en La Pampa, los invitamos a compartir sus versos favoritos en forma de textos, fotos y videos de bocas parlantes (de hasta 30 segundos) con el hashtag #OlgaOrozco100años

Martes 17 de marzo, durante todo el día

Diario

Una entrevista con Olga Orozco

¿Cómo le gustaría ser presentada? Como Olga Orozco, nada más. Cuando hablan de “lírica” o de “maestra”, miro para otro lado, para ver a quién se dirigen.

En el día del 100 aniversario de su nacimiento

Diario

Olga Orozco, con voz ronca y rituales secretos

Olga Orozco decía que el tono y la medida de sus versos correspondía al ritmo de su respiración y de su dicción: 'mi ritmo respiratorio es el endecasílabo y el heptasílabo. De haber inventado otro tono, habrían tenido que venir a hacerme respiración artificial'. Esos metros aparecen y se hunden como olas en sus versos oceánicos.

Por Jorge Monteleone